Uso de colutorios

El colutorio o enjuague bucal es un complemento del cepillado y la higiene interdental, pero no un sustituto.
Su uso puede aportar beneficios adicionales —como reducción de placa, halitosis o inflamación gingival— cuando está correctamente indicado por un profesional dental.

No todas las bocas necesitan un colutorio de uso diario. En muchos casos, una buena técnica de cepillado e higiene interdental son suficientes para mantener una boca sana.
El uso de enjuagues debe personalizarse según las necesidades de cada paciente.

Tipos de colutorios y cuándo utilizarlos

• Fluorados:
  Contribuyen a remineralizar el esmalte dental, ayudando a reparar las lesiones iniciales y a hacerlo más resistente frente a los ácidos    que producen las bacterias de la placa.
  El flúor actúa fortaleciendo el esmalte y favoreciendo su recuperación cuando hay desmineralización incipiente, por lo que ayuda tanto a prevenir la aparición de caries como a detener su progreso en fases tempranas.
  Son adecuados para el uso frecuente en personas con tendencia a la desmineralización o sensibilidad dental

 

• Fluoruro de estaño (SnF₂):

  Los colutorios con fluoruro de estaño combinan acción anticaries, antimicrobiana y antigingivitis, gracias a que el estaño actúa directamente sobre las bacterias responsables de la placa y la inflamación.
  Son especialmente útiles para personas con:

  • Gingivitis o tendencia a la inflamación de encías

  • Alto riesgo de caries

  • Problemas de erosión dental, ya que el fluoruro de estaño forma una capa protectora

  • Sensibilidad dental, ayudando a sellar los túbulos dentinarios

  A diferencia de algunos antisépticos más potentes (como la clorhexidina), este tipo de colutorios son aptos para uso frecuente y no suelen causar tinciones cuando la formulación es estable

 

• Clorhexidina:
  Indicados solo bajo pauta profesional, en tratamientos de corta duración o tras intervenciones dentales (como cirugías, raspados o extracciones). Es un antiséptico potente con capacidad antiplaca y antimicrobiana frente a bacterias, virus y hongos en la cavidad oral.
  Su uso prolongado puede provocar alteración del gusto, tinciones marrones en los dientes y desequilibrio de la microbiota oral, por lo que no deben utilizarse sin supervisión. 

 

• CPC (cloruro de cetilpiridinio):
  El Cloruro de Cetilpiridinio (CPC) es un agente antiséptico de amplio espectro que actúa frente a bacterias y virus presentes en la cavidad oral.
  Su uso contribuye a disminuir la placa bacteriana y la inflamación gingival leve, siendo una alternativa más suave a la clorhexidina para uso frecuente.
  Los colutorios con CPC no producen tinciones ni alteraciones del gusto, y algunos incluyen flúor o zinc para potenciar su efecto protector.

 

• Aceites esenciales
  Los colutorios formulados con aceites esenciales, como el timol, eucaliptol, mentol o metilsalicilato, tienen una acción antimicrobiana moderada que ayuda a reducir la placa y mantener un aliento fresco.
  Son una buena opción como complemento diario a la higiene oral en personas sin enfermedad periodontal activa.
  Aunque su eficacia es menor que la de los colutorios con clorhexidina, presentan la ventaja de no producir tinciones ni alterar el gusto de forma significativa.
  En algunos casos pueden causar una ligera sensación de ardor, especialmente si contienen alcohol.
  Deben utilizarse tras el cepillado y la limpieza interdental, y nunca como sustituto de estas rutinas.

 

Recomendaciones de uso

• Utiliza el colutorio después del cepillado y de la limpieza interdental.
  
  
• Mantén el líquido en la boca durante al menos 30 segundos, procurando que llegue a todas las zonas.
  
  
• Realiza el enjuague una o dos veces al día, según las indicaciones de tu profesional.
  
  
• No enjuagues con agua inmediatamente después: así el producto actúa durante más tiempo.