Muchas personas piensan que mientras no haya dolor, su boca está sana y no necesitan acudir al dentista. Sin embargo, esta creencia es peligrosa.
La mayoría de los problemas dentales no causan dolor en sus fases iniciales. Caries pequeñas, inflamación de encías, acumulación de sarro o incluso enfermedades periodontales pueden avanzar sin síntomas evidentes. Cuando aparece el dolor, el daño suele estar más avanzado y el tratamiento resulta más complejo, costoso e invasivo.
Las revisiones periódicas permiten detectar a tiempo cualquier alteración y mantener una buena salud bucal con procedimientos sencillos y preventivos. Según el Consejo General de Dentistas de España, solo el 49 % de la población visita al odontólogo al menos una vez al año, y esto provoca que algunas patologías se detecten tarde, dificultando su tratamiento
👉 En conclusión: esperar a sentir dolor no es una buena estrategia. La prevención y las revisiones regulares son la clave para conservar dientes y encías sanos a largo plazo.
Fuentes oficiales:
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Consejo General de Dentistas de España.
Estadísticas sobre visitas anuales y detección temprana de patologías.